Hace un par de meses Greta Thunberg, una joven sueca de apenas 15 años, nos impresionó con su discurso en la Conferencia de las partes COP24 Katowice, que celebra la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que supone la mayor iniciativa mundial para minimizar la emisión de gases de efecto invernadero.

En su discurso decía que si un grupo de niños había generado titulares por todo el mundo por no asistir a clase para conseguir una solución al cambio climático, que no podríamos hacer todos juntos si quisiéramos. A partir de esta iniciativa, una ola de manifestaciones de jóvenes para exigir soluciones para frenar el Cambio Climático han ido tomando las principales capitales europeas todos los viernes.

Belén Viloria en un artículo publicado recientemente decía que según el IPCC (el grupo intergubernamental de Expertos de Cambio Climático) el 14 % del total de los gases de efecto invernadero provenía del transporte, un 25 % procedía de la electricidad, otro 24 % de la agricultura y un 21 % de la fabricación, pero ¿qué capacidad tenemos nosotros en intervenir en esto?.

En nuestro día a día deberíamos hacer un ejercicio de análisis de nuestro consumo de energía eléctrica y cuánto podríamos reducir ese consumo. En este artículo abordaremos el impacto de la huella de carbono de las TIC´s puesto que está al alcance de cualquier persona y su uso está ampliamente extendido por las empresas, sean de la dimensión que sean.

Hoy, las TIC contribuyen entre un 2% y 3% a las emisiones totales de gases con efecto invernadero y se prevé que este porcentaje aumente de forma preocupante en los próximos años debido a la generalización de su uso. La huella de carbono del sector TIC se debe en un 75% a su uso y en un 25% a los procesos de producción y fabricación.

Con que el 5% de los ordenadores vendidos cada año en la UE tuviesen ecoetiqueta europea, los ahorros energéticos que se alcanzasen servirían para evitar la emisión de 11.220 toneladas de dióxido de carbono al año. Esto equivale a las emisiones de un coche que diese la vuelta al planeta 1700 veces. Los resultados de un estudio de comparación del mercado de ordenadores personales en varios países concluyó que, en España, la realización de una “compra verde” frente a una convencional produciría un ahorro del 4% de los costes totales y en pantallas de ordenador supondría un 16%, llegando incluso al 38% de ahorro económico en las impresoras láser (Fuente Plan de compra pública verde de la AGE).Hay criterios de COMPRA VERDE que propone LIFE GREEN TIC, que permitiría reducir la emisión de CO2 por el uso de ordenadores.

La impresión a doble cara puede contribuir a un ahorro de papel de entre un 30% y un 50%, además de los correspondientes ahorros de energía directa e indirecta.

Según el informe “La face cacheé du numérique” de la Agencia Francesa de Medio Ambiente, una búsqueda de un minuto en internet consume 100 W en un ordenador de escritorio y 20 en un portátil.

El Washington Post publicó un artículo en enero de 2017 en el que aseguraba que el correo spam produce una media de 0,3 gr de CO2 y un correo normal genera 4 g de CO2. Un correo con un adjunto muy pesado puede llegar a 50 gr, este análisis se extraía del libro “How bad are bananas: The Carbon footprint of Everything” del experto en huella de carbono Mike Berners-Lee.

Ya en el año 2008 se estima que se enviaron 62 billones de correo spam, lo que suponía un uso de 33000 millones de Kilowatios-hora (KWh), equivalente a la electricidad usada en 2,4 millones de hogares norteamericanos con la misma emisión de gases de efecto invernadero que generaban 3,1 millones de vehículos en circulación, según un informe de McAfee sobre la huella de carbono de las nuevas tecnologías.

No podemos olvidar el consumo energético de Internet. Brad Smith, Presidente de Microsoft, declara que a mediados de la siguiente década, los centros de datos y servidores concentrarán la mayoría de usuarios en consumo eléctrico, frente a los consumos convencionales de electricidad.

El informe Clicking Clean de Greenpeace del 2017 que hace análisis de la huella energética de las nuevas tecnologías dice que Apple y Facebook han liderado el sector en transparencia operacional, desarrollando reportes regulares y accesibles sobre su huella energética de sus centros de datos.

Aún queda mucho camino por recorrer y no disponemos de mucho tiempo, todos debemos dar pasos para mitigar la huella de carbono, cada uno en nuestra vida diaria y dentro de nuestras posibilidades.

Cierro este artículo con una cita de Eduardo Galeano que espero que nos ayude a reflexionar y si es posible a pasar a la acción: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

Artículo de Jorge Alonso Alonso, miembro de la Junta directiva de Visión Responsable

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